miércoles, enero 31, 2007

Tiempos confusos

Los sindicatos UGT y CCOO le piden a la patronal CEOE moderación salarial para los convenios colecgivos en 2007, aunque los trabajadores llevan perdidos diez puntos de poder adquisitivo durante el último quinquenio y las empresas cierran ejercicio con beneficios superiores al 30 por ciento... Viene a Sevilla, a dar una conferencia, el premio Nobel de Economía 2006 Edmund Phelps, un defensor de las teorías liberales de la economía mundial, y los primeros que se disputan la foto sonriente con él, flanqueándolo, son los dirigentes sindicales presentes en el acto... Nicolás Sarkozy, candidato enfáticamente conservador de la derecha francesa, se va a Londres a recibir el apoyo del laborista (teóricamente socialdemócrata) Tony Blair. Sarkozy dice que ha ido a buscar la inspiración del premier británico...
¿Qué es la derecha hoy, qué es la izquierda ..? ¿qué se puede esperar de cada cual? Estamos viviendo unos tiempos muy raros. Muy raros.

domingo, enero 21, 2007

No hablaban de lo mismo

No hablaban de lo mismo y se sabía desde el comienzo. ETA y su entorno (reconocido al fin todo él como organización terrorista por el Tribunal Supremo, incluídas las asociaciones juveniles) decidieron hablar con el gobierno, antes de declarar la tregua de marzo de 2006, sin retroceder un palmo en sus reivindicaciones históricas, es decir, sin renunciar a la autodeterminación, la territorialidad y la anexión de Navarra. Hoy la izquierda abertzale anuncia que es imposible una solución al conflicto sin autodeterminación del Pais Vasco. ¿Le habrá sorprendido esta declaración al gobierno de Zapatero? No debe, porque el gobierno conoce que esos son planteamientos del mundo radical vasco desde que comenzó a comeer atentados, hace cuarenta años. Y la banda también sabe que ni este ni otro gobierno en España podrá ceder a sus exigencias, y menos aún con violencia. La autodeterminación requeriría modificar la Constitución, abrir una puerta similar a los catalanes y desintegrar el Estado tal como está diseñado en la Carta Magna. La territorialidad de Euskal Herria es un concepto, nunca materializado geofísica ni políticamente, que tendría que contar con la aquiescencia de Francia por la parte del Pais Vasco de su territorio. Y lo de Navarra, aunque la Constitución de 1978 abre una puerta si los navarros quieren, no es algo que se pueda imponer desde Madrid salvo vocación suicida del gobierno de turno. Es decir, que ni ETA cedió en sus reclamaciones ni el gobierno podía acceder más allá de algunos gestos sobre los presos, porque todo lo demás es supertructura de leyes imposibles de mover sin un gran consenso, inviable desde todo punto. ¿Por qué ETA hizo el gesto? Para tomar oxígeno, probablemente. ¿Por qué Zapatero aceptó hablar, sabiendo que no iban a hablar de lo mismo? Porque el optimista antropològico que se autodefine Zapatero tiene un serio problema de percepción de la realidad y quizás creyó que lo que otros, más avezados y dotados que él (Suárez, Felipe González, Aznar) no consiguieron, lo conseguiría él. Y esta sociedad, tras cuarenta años largos de terrorismo, de más de 800 víctimas mortales y miles a las que truncó su proyecto de vida, necesita asirse a una esperanza para ver el fin de la violencia. Muchos sospechamos desde el principio que acaso se trataba de un nuevo espejismo, pero nos unimos a los otros en su fe necesaria. Pero sabíamos que estaban hablando de cosas distintas, de puntos irreconciliables. El único culpable es ETA, que es quien pone las bombas, por supuesto. Pero la ingenuidad de Zapatero tambien ha sido perniciosa, porque ha jugado temerariamente con la ilusión de todo un pais insinuando que sabía adiestrar a los alacranes. Y no era verdad. Pagará esta temeridad. Y respecto al terrorismo etarra, hagámonos el ánimo a la oscuridad del túnel. No queda otra, después del espejismo.

viernes, enero 05, 2007

Leyes que acosan

Me van a sancionar por haber superado la limitación de 60 km/h. en un puente-autovía. Circulé a 111 km/h y el Código de Circulación lo considera falta muy grave, con multa de entre 300 y 600 euros y pérdida de carné de conducir durante tres meses. Podría explicarme y reducir, desde el sentido común, esa calificación de muy grave: que era la una de la madrugada y no había tráfico, que no puse en peligro la seguridad mía ni la de nadie, que venía de una autopista donde se conduce a 130, que soy un ciudadano ejemplar en el cumplimiento de las normas y no he sido sancionado ni apercibido como conductor en los últimos veinticinco años... Pero no está previsto. Nada de esto va a servir: el sistema –me dicen- está automatizado y la ley se aplica automáticamente. ¡Me van a dar el tratamiento legal de los delincuentes! ¡Soy un delincuente por circular, ya madrugada, a 111 km/h en un un lugar donde la limitación sólo se entiende para horas punta de tráfico denso!
Duele y perjudica una sanción de ese cuantía. Es excesiva y desproporcionada en relación a la falta. Pero duele tanto el tratamiento de un ley que, como la inmensa mayoría de las que se están elaborando en estos tiempos, ignora el factor humano, parte de un prejuicio sobre los ciudadanos a los que se escatima atenuantes, estandariza comportamientos y actitudes, enfatiza la represión sin alternativas educadoras, no da oportunidades y renuncia a la conciliación... Hay que cuidarse de estas leyes vesánicas que nos dejan inermes. El Gran Hermano está aquí, ha salido de la novela y actúa ya entre nosotros .