miércoles, diciembre 05, 2007

Con mi dinero, no.


La Iglesia católica ha lanzado una campaña de anuncios para recaudar fondos, porque las donaciones de los ciudadanos en la declaración de la renta se han reducido a la mitad en los últimos quince años. En Andalucía, las donaciones vienen disminuyendo desde 1990, pero a partir de 2001 la falta de apoyo económico ha aumentado notablemente. El nuevo régimen de financiación pactado por la Conferencia Episcopal y el Estado se aplicará desde 2008.
Pero no acaban ahí las señales de la desafección. En los últimos treinta años, ha descendido el número de religiosos y -hecho insólito- han cerrado más de cuarenta iglesias.
¡Y eso que el 92 por ciento se declaran católicos..!

Las causas de este descenso que esxperimenta la Iglesia en casi todos los frentes son diversas, desde luego. Pero hay una que se visualiza sobremanera, como es la actitud de la jerarquía respecto a determinadas cuestiones sociales y politícas del país. La Conferencia Episcopal se ha alineado, otra vez y repitiendo la actitud de tristes tiempos pasados, con posiciones bastante distanciadas de la doctrina y del mensaje que cabe esperar de la máxima institución cristiana.

Cada vez escucho a más gente decir que no está dispuesta a que con su aportación se paguen los sueldos millonarios de los comunicadores ultraderechistas y golpistas de la COPE. Que les paguen los que les aprovechan. Que no cuenten con mi ayuda para seguir practicando el golpismo; con mi dinero, no. Pero la jerarquía los utiliza como arietes contra el Gobierno...

Nuevamente, la que pierde en esta crisis es la iglesia de la base, esos miles de servidores preocupados de ayudar a los demás y de cumplir con el mensaje que les llevó a escoger la opción de vida de ayudar al prójimo.