viernes, septiembre 28, 2007

Ibarreche el iluminado


Este Ibarreche no es un personaje de fiar, ni para el gobierno ni para sus propios compañeros. Para nadie. Ya engañó a todos pactando en Estella con ETA. No se pueden esperar de este personaje, ciclotímico y obcecado, más que salidas de pata de banco. Practica el iluminismo paranoide de tantos nacionalistas, pero desde la frustración de no querer asumir que su figura será irrelevante en la pequeña historia del pueblo vasco. Se quedó enganchado de la escoba con su proyecto soberanista mientras un nacionalismo de nuevo cuño, más dialogante y seductor, más homologable en Europa, le quitaba la escalera. Él y su grupo han conseguido desplazar a Imaz, pero esa jugada será de corto alcance. Al tiempo. Su proyecto de referendum y su línea soberanista no llegarán a ninguna parte. "Constitución, Constitución y Constitución", le respondía hoy la vicepresidenta...

Y, aprovechando la turbulencia del momento, el lider del PP. Lo de Mariano Rajoy, tratando de aprovechar para su campaña cualquier excentricidad que surja, es para que se lo haga mirar. ¿Quién va a creer que la culpa de que Ibarreche desbarre con la boutade de hoy la tiene Zapatero? Una actitud de irresponsabilidad tal, en un partido alternativa de gobierno, pone los vellos de punta.

Ni por asomo hay que buscar paralelismos en la situación actual con el tiempo de la República. Ni por asomo, desde luego. Pero a la República le salió un movimiento revolucionario (anarquistas, comunistas) encendió la mecha que descontroló su proyecto de convivencia y la derecha terrible, el ejército y la Iglesia respondieron con los resultados conocidos de la guerra civil. ¿Qué fue del Gobierno, de la mayoría de los españoles pacíficos que trajeron la República? Pues que fueron la víctima de los odios que generaron unos y otros... Insisto que el momento no es como el de entonces. Pero la derecha de Rajoy debiera reflexionar si su papel debe ser el de atizar los fuegos que van prendiendo los nacionalistas o el de hacer cuerpo con el Gobierno, que tiene su mismo idéntico proyecto político para España. Utilizar las ocurrencias del iluminado Ibarreche como arma arrojadiza contra Zapatero es un sinsentido, pero puede provocar el efecto del que quiere apagar la candela utilizando un fuelle.

miércoles, septiembre 12, 2007

Una gran pérdida política


Esta tarde se ha conocido la decisión de Josu Jon Imaz de abandonar, de marcharse: es la peor noticia política del día (y de mucho tiempo, sospecho), porque Imaz se había convertido,como presidente del PNV, en una aportación de racionalidad de valor incalculable para esclarecer las actitudes del nacionalismo vasco y hacer frente al terrorismo de ETA... sin abdicar de sus creencias y sus objetivos nacionalistas. Próximo el congreso para renovar la dirección de su partido, Imaz se ha visto presionado por el sector duro encabezado por Joseba Egíbar y el lendakari Ibarreche, con los que disentía públicamente desde hacía tiempo, y ha anunciado que no se presentará a la reelección. Pero lo más determinante de la noticia es su anuncio de que abandonará la actividad polìtica, un anuncio que ha dejado perplejo, según su propia expresión, al presidente del Gobierno, que tuvo en Imaz, durante todo el proceso de paz con ETA, al mejor, el más leal y más sentato de sus aliados. En todo el embrollo que resultó ser, finalmente, el proceso de negociación, cuando la oposición salvaje de palo en la rueda del PP y las evidentes ingenuidades y torpezas de parte del ejecutivo provocaban en la ciudadanía vértigos e inseguridades..., entonces Imaz se convirtió en el político de referencia al que mirar (en momentos, por encima incluso de Zapatero), para seguir teniendo claras las prioridades y la situación general... Ayer, la ejecutiva del PNV aprobó la ponencia que marcará su estrategia política para los próximos años, ponencia en la que se insiste en lo de recuperar la soberanía nacional de Euskadi y el derecho a decidir de los vascos; Imaz sólo pudo conseguir que el prometido referendum de Ibarreche se aprobara sin fecha..., pero se quedó sin fuerza suficiente; ha querido evitar la ruptura interna y ha optado por retirarse del pulso, abriendo paso a los talibanes de su partido... Para la política nacional del futuro próximo no es, desde luego, una buena noticia la marcha de Josu Jon Imaz.Esta tarde se ha conocido la decisión de Josu Jon Imaz de abandonar, de marcharse: es la peor noticia política del día (y de mucho tiempo, sospecho), porque Imaz se había convertido,como presidente del PNV, en una aportación de racionalidad de valor incalculable para esclarecer las actitudes del nacionalismo vasco y hacer frente al terrorismo de ETA... sin abdicar de sus creencias y sus objetivos nacionalistas. Próximo el congreso para renovar la dirección de su partido, Imaz se ha visto presionado por el sector duro encabezado por Joseba Egíbar y el lendakari Ibarreche, con los que disentía públicamente desde hacía tiempo, y ha anunciado que no se presentará a la reelección. Pero lo más determinante de la noticia es su anuncio de que abandonará la actividad polìtica, un anuncio que ha dejado perplejo, según su propia expresión, al presidente del Gobierno, que tuvo en Imaz, durante todo el proceso de paz con ETA, al mejor, el más leal y más sentato de sus aliados. En todo el embrollo que resultó ser, finalmente, el proceso de negociación, cuando la oposición salvaje de palo en la rueda del PP y las evidentes ingenuidades y torpezas de parte del ejecutivo provocaban en la ciudadanía vértigos e inseguridades..., entonces Imaz se convirtió en el político de referencia al que mirar (en momentos, por encima incluso de Zapatero), para seguir teniendo claras las prioridades y la situación general... Ayer, la ejecutiva del PNV aprobó la ponencia que marcará su estrategia política para los próximos años, ponencia en la que se insiste en lo de recuperar la soberanía nacional de Euskadi y el derecho a decidir de los vascos; Imaz sólo pudo conseguir que el prometido referendum de Ibarreche se aprobara sin fecha..., pero se quedó sin fuerza suficiente; ha querido evitar la ruptura interna y ha optado por retirarse del pulso, abriendo paso a los talibanes de su partido... No es, desde luego, una buena noticia la marcha de Josu Jon Imaz.

jueves, septiembre 06, 2007

Siniestralidad laboral, ¿imparable?


En un solo día, 3 de septiembre, se han registrado en España seis víctimas mortales en sendos siniestros laborales. Seis. Todos ellos en el sector de la construcción. Cada año se ronda la cantidad de mil muertos en los tajos, con lo que nuestro pais encabeza, permanentemente, la indeseable lista europea de muertos en el trabajo. Parece que se dan por descontadas, como si la macabra estadística fuera un tributo justificable en el desarrollo y la actividad.

Nadie se atreve a señalar a los culpables, porque todos cuantos participan tienen que callar y las acusaciones serían mutuas y, al final, improductivas. Pero hay unas que tienen más culpabilidad que otras, y así las subcontratas de obras generan unas condiciones laborales que son escenarios apropiados para el desastre.

Haga la prueba y podrá extrar conclusiones por usted mismo. Salga a la calle con una cámara y busque una obra. No le será difícil captar imágenes de obreros que trabajan sin arneses o con medidas de seguridad insuficientes. Ni encargados que permiten -en algunos casos, hasta inducen- a que se trabaje en esas condiciones. Por supuesto, tendría que esperar mucho, mucho tiempo para hacer la fotografía del Inspector de Trabajo llegando a la obra, porque son muy escasos y no cubren de manera apropiada la vigilancia... A las negligencias de trabajadores, patronos e inspectores añádase la falta de cultura de la prevención de riesgos y hasta la insenbilidad social, que se alarma con otras causas de muerte bastante más reducidas y, sin embargo, asiste pasivamente a las originadas en el ámbito laboral. El fatalismo con que se afronta este asunto es otro factor añadido, otra foto para añadir a la colección que explica el desastre.